Como quien no quiere la cosa ya estamos en abril, que como dice el refrán, "aguas mil" (y más si estás en Galicia...). Y nosotras añadimos, "y estrés mil". Nos perdonaréis el despendole de esta semana, ¿si? Eva en pleno curso con "Lazos", del que muchos estáis disfrutando, y yo en plenas vacaciones, estamos un poco "out". Pero no os queríamos dejar sin otro truquito de los de Yessy, que tanto os están gustando. ¿Ya habéis estado practicando con los anteriores? Pues el de hoy os va a encantar... ¡Allá vamos!
Como blanquear los dientes de forma rápida.
Ay... esos dichosos dientes tan blanquitos que vemos por ahí en las revistas, y que parecen ser así de blancos al natural, ¿eh? No nos engañemos, no todo el mundo tiene los dientes blancos y brillantes como el diamante. Generalmente las personas tenemos un color determinado de nuestro esmalte, que luego ya depende de nosotros mantener o empeorar con ciertos hábitos que no voy a comentar aquí porque no he venido a dar una clase de odontología, jaja. Pero para esos que tenemos un color no del todo blanco, y que sin embargo nos gustaría lucir, hay un pequeño y rápido truco que para mi opinión da un buen resultado. Y cuando digo buen, me refiero a natural, que como en el caso del retoque de los ojos, no es cuestión de abrir la boca y deslumbrar con nuestra dentadura al que tengamos en frente...
1. Abrimos, como siempre, una foto donde se vean los dientes y que nos sirva de ejemplo. Aquí la niña no me sirve porque sus dientes de leche son, como su nombre indica, blancos como la misma... jaja.
A simple vista los tengo blancos, sí, pero si hacemos un zoom a los dientes, veremos que tienen ese tono amarillento que tanto nos disgusta en ocasiones.