{inspírate} entrevista a Rocío Alberich

Como en otras ocasiones, antes de preparar las preguntas para una entrevista, le pedimos a nuestro invitado que nos cuente un poco de su vida. Algunos datos biográficos que nos sirvan de punto de partida, además de sus fotografías que es a través de lo que lo conocemos fundamentalmente. 

Rocío Alberich retratada por su
hija Lucía

Así hicimos con Rocío, le pedimos que nos enviase algunos datos

para tener material sobre el que trabajar. Pero en cuanto abrimos

el correo y leímos su mensaje las dos nos quedamos pegadas a la

pantalla. Sus palabras nos llegaron tan claras, tiernas y brillantes
como es ella y sus fotografías.

Así que pensamos que era una estupidez rebuscar otra forma

(seguro más torpe y menos auténtica) de contaros todo esto con
nuestras preguntas.

Por eso os dejamos que disfrutéis directamente de su historia a

través de sus palabras, y por supuesto de sus imágenes que llegan
directas al corazón.

"Mi amor por la fotografía viene desde que era pequeñita, influenciada por el arte que tiene mi padre por captar esos momentos mágicos. Siempre le he escuchado “Mira que fotografía haríamos ahora” o “Espera que cojo la cámara, no dejéis de hacer eso”.

Besos al abuelo

Y claro, con 5 hijos y muchos nietos después, siempre encuentras momentos entrañables para fotografiar.

Momentos así son los que espero no olvidar nunca

Primos

Cuando fui adolescente y tuve la oportunidad pedí que me regalaran una cámara fotográfica y desde entonces no he parado de disparar. Poco a poco y con los años fui interesándome más por la fotografía, siempre me acompañaba mi cámara porque no quería perder esas fotos que quería conservar para ir ilustrando mi historia. Tengo un montón de álbumes por casa.

Tuve varias cámaras pero cuando decidí tomármelo más en serio y aprender más fue cuando estudiaba la carrera de agrónomos y tuve la necesidad de hacer paralelamente algo más creativo. Entonces me compré mi primera cámara Nikon analógica y me apunté a un curso básico de varios meses de fotografía. Allí descubrí los diferentes estilos, las reglas más básicas, y conocí a gente maravillosa con la que salíamos a fotografiar. Pero lo que más disfruté fue cuando aprendí que las fotos no sólo se miran o se buscan con los ojos, si no que se realizan desde el corazón.

Amor por todas partes

En mi entorno siempre me han asociado con la fotografía, allí donde iba siempre hacía de reportera. En la universidad los profesores siempre me pedían fotos de las salidas que hacíamos y me aficioné a fotografiar flores. Hice muchas diapositivas y foto en blanco y negro que luego revelaba. Así como me encantaba sacar un montón de fotos de mi familia y a mis sobrinos y sobrinas (tengo 10)!

Mis niños, halos de gloria

Pero fue con la llegada de mi primera hija cuando empecé a sentir la necesidad de no perder ninguno de sus avances, sus gestos, sus expresiones y a medida que iba creciendo todas las cositas que hacía intentaba fotografiarlas. Por aquel tiempo tenía una Olympus digital compacta que era muy versátil y práctica.

Admirando un pequeño pajarito

Cuando las sensaciones están a flor de piel

Patinete todoterreno

Fue por entonces cuando abrí una cuenta en Flickr y empecé a compartir las fotos familiares. Allí encontré a mucha gente increíble que valoraba mi trabajo y también aprendí mucho de ellas. Fue donde me di cuenta de que mi forma de fotografiar tenía algo especial, que viene inspirada por el corazón. Son fotos sencillas, sin preparativos, espontáneas donde intento captar aquello que mi mente no quiere olvidar y que me sugieren algo mágico.

Las más peques quieren participar

Cuando tuve un poco más de tiempo tras la maternidad y con el salto a la fotografía digital decidí ampliar conocimientos. Me di cuenta de que era algo especial para mí, que me llenaba mucho y mucha gente, me animó a seguir estudiando, sobretodo mi marido que no ha dejado ni un solo momento de apoyarme.

Me apunté en Barcelona a un curso del IEFC que a parte de enseñarme sobre fotografía encontré a unos profesores que apostaron por mí y me animaron a continuar porque creían en mi trabajo. Averigüé que aquello que me hacía disfrutar tanto no era sólo una manera de guardar recuerdos si no que era un medio precioso para hacer arte.

A Pintar!

Empecé a interesarme por la magia de captar la luz y parecía que veía con una nueva mirada. Apreciaba más los pequeños detalles, hacía encuadres nuevos, me compré varios objetivos y empecé a hacer fotos de diferentes perspectivas. Siempre me ha gustado fotografiar a los más pequeños desde su altura, así que casi siempre estoy por los suelos.

Me gusta verle sus piececitos

También me apunté al curso de l´Atelier en Internet porque sabía que conocería a mucha gente y porque me gustaban las tareas que te proponían, así como para mantenerme activa y seguir aprendiendo cositas. Lo mejor es la cantidad de inspiración que encuentras en estos cursos interactivos y la gente que descubres.

En cuanto a la edición de fotos, al principio no solía retocarlas, pero poco a poco fui viendo lo que mejoran muchas de esas fotos que por lo que sea son bonitas por el momento que captas pero que mejoran mucho al editarlas. El programa que suelo utilizar es el Photoshop, pero también he utilizado Picnik, Lightroom entre otros. Me gusta añadir de vez en cuando texturas a algunas de mis fotos y mejorar la luminosidad. Aunque por ahora aún me queda mucho por aprender en cuanto al revelado fotográfico y sé que será mi siguiente tema pendiente.

He encontrado una mariquita!

Espíritu libre

Mucha gente me pregunta cuál es mi estilo fotográfico, pero siempre respondo que la fotografía que más me gusta hacer es aquella que sale espontáneamente desde mi corazón. Por eso podría decir que el estilo que más me define es el reportaje familiar.

Momento dulce con papá

Pero también me llama mucho la fotografía en plena naturaleza, la de viaje y hacer algún macro a aquellas cosas que me atraen sobretodo cuando interviene algún destello o juego de luces.

Permíteme soñar, reir, brillar

Pero lo que más me motiva es intentar congelar esos momentos mágicos que encuentro en los niños, en especial los momentos que me da mi hija Lucía.

Adoro sus pequeñas ideas

Bailando entre pompas de jabón

Sé que muchas de las fotos por las que me conocen son por las que le he hecho a ella, y es que la miro con ojos de enamorada y eso se refleja en las fotografías.

Así es como yo la miro, con el corazón

Me muero de amor por ella

La fotografía la compagino con intentar llevar cada día una vida más natural, respetuosa con el entorno, donde aprecio mucho el arte por las manualidades, sobretodo si se utilizan materiales nobles.

Mi nueva muñeca

Me gusta compaginarlas porque las dos cosas me aportan nuevas experiencias positivas en mi vida y me han enseñado a disfrutar más de las cosas bellas, cotidianas y sencillas. Me han hecho ver la vida desde ángulos diferentes y reflexionar sobre qué es lo más importante para mí y para mi familia.

En su piel bichito a topos

Desde hace ya unos tres años me ha influenciado también mucho en mi manera de ver las cosas la pedagogía Waldorf. Por eso busqué una escuela donde llevar a mi hija que siguiera esta pedagogía y decidí involucrarme en ella tanto con la fotografía como en las manualidades.

Imaginando otra posibilidad

Tengo la suerte de vivir cerca de la naturaleza y eso me ha hecho ser como soy, amar la tierra, cultivar mis propios alimentos, vivir rodeada de animales (que atraen mucho a los niños… jejeje…) y todo ello es lo que más se ve en mis fotografías.

Besitos

Se despiden de sus huevos

Amamos a los árboles

Toda una amazona, una hora a caballo!

Todos mis pasos, así como parte de mis fotos y algunas manualidades que hago las decidí reunir y me apunté a crear un blog al que llamo "Destellos de Vida" para mostrar y contar la historia de como surgieron. Desde entonces cambié la firma que solía utilizar “Roc@lb” por la de “Destellos de Vida - fotografía”.

¿El agujero del gato?

Su luz

Ahora estamos, toda la familia, esperando el nacimiento de nuestra segunda hija (estoy de 7 meses casi 8) y ya tengo muchas ganas de fotografiar a mis dos hijas juntas y todos esos momentos especiales que nos aguardan"

No puede estar más contenta

No os habéis derretido todavía? (imposible!) Pero si hay por ahí algún corazoncito de hielo que necesite más para entrar en combustión no dejéis de visitar el resto de su trabajo en su blog y en su página de flickr.

Un millón de gracias Rocío por dejarnos conocerte un poquito más y compartir estos destellos de tu vida con nosotras!

Nos vemos el martes con un nuevo post de la sección {aprende} 
Feliz fin de semana a tod@s!